El manejo de conflictos

Los conflictos sociales que se pueden presentar en relación con el manejo de los residuos sólidos pueden tener raíces socioeconómicas profundas, ya que la pobreza en algunas comunidades del municipio generan asentamientos en precario, en los que las municipales no sólo encuentran conflictos en el tema de los residuos sólidos, sino que además existen en materia de derechos de propiedad, permisos de construcción, acceso al agua, desechos líquidos, afectación de recursos naturales, red vial, seguridad, etc.

Los temas de migración tienen un gran efecto en el incremento de los asentamientos en precario y la situación anterior, y la migración puede ser desde zonas rurales o incluso de extranjeros, que generan un incremento de residuos sólidos y demanda de otros servicios.

Algunos aspectos se pueden catalogar como culturales, porque las prácticas de no recolección de residuos o la ausencia de cobro, crea hábitos en los vecinos de algunas comunidades, que cuando se busca revertir la situación, son tomados como afectación de derechos adquiridos por algunos pobladores.

Por otro lado algunos de los temas no atendidos por la municipalidad a través de los años en algunas comunidades son fuentes de conflicto, y estos temas pueden ser incluso ajenos a los residuos sólidos, por ejemplo puede ser un tema de agua, un tema de caminos o desacuerdos con empresas o fincas vecinas en los que los vecinos no han percibido la adecuada acción de la municipalidad. Estos conflictos pueden incidir en la actitud de los vecinos con respecto al proceso de planificación de la GIRS.

Los conflictos pueden originarse en la misma debilidad en la gestión que haya mostrado la municipalidad históricamente.

La falta de servicios municipales en algunos sectores de la comunidad, o la misma falta de continuidad de planes en el pasado, crean incredulidad en los vecinos sobre las posibilidades reales de la municipalidad de ofrecer servicios de calidad en el futuro y apegarse a un plan de GIRS, por lo que se genera mucha resistencia contra cualquier cambio que la municipalidad pueda generar.

 

Detección temprana, análisis, diálogo y solución

La técnica básica del manejo de conflicto es la detección temprana, el análisis, el diálogo y la solución.

En enfoque del municipio debe ser la detección temprana de los conflictos, preferiblemente antes que proliferen en el proceso de planificación de la GIRS.

Todos los conflictos que se pueden identificar como relevantes en el proceso deben monitorearse y tener un plan de atención previo, si es posible, o paralelo con el proceso de planificación o, si lleva tiempo enfrenarlo, cada conflicto debe contar con acciones para su solución dentro del plan de GIRS, o como un plan aparte, para ser ejecutado durante la implementación del plan GIRS.

El manejo de un conflicto parte de un adecuado análisis para comprender el conflicto en sí, para discernir si lo que se conoce del conflicto es la causa o más bien es el efecto, porque en algunos casos las causas subyacen en lo profundo y lo que se percibe son sus efectos.

El manejo del conflicto debe pasar por el diálogo con los actores respectivos, para sensibilizarlos sobre las medidas y acciones que la municipalidad va tomar para solución de los problemas, lo cual requiere de voluntad y decisiones políticas.

 

Ventajas de la gestión constructiva de conflictos

En GIZ (2011) esta técnica de detección temprana, análisis, diálogo y solución la denominan gestión constructiva de conflictos y la presentan en ocho pasos:

1. Generación de un espacio de reflexión y análisis de la situación.

Se trata de hacer explícitas las motivaciones por las cuales de la municipalidad busca atender o manejar los conflictos identificados entre los actores sociales relevantes.

2. Sensibilización y capacitación a funcionarios municipales sobre beneficios de la gestión constructiva de conflictos.

Se trata de la sensibilización al personal de la municipalidad y otros actores, así como la capacitación que les permita tener habilidades, conocimientos y técnicas para el manejo de conflictos.

3. Conformación de personal municipal con responsabilidades y funciones para el tratamiento de la gestión constructiva del conflicto.

Es la conformación de un equipo para la gestión de conflictos del municipio, para analizar y planificar las actividades que se definan.

4. Análisis del flujo de información con fuentes fidedignas que permita verificar la situación.

Es la captura de información que permita conocer las demandas y necesidades del municipio y los grupos objetivos para que se cuente con información oportuna y actualizada para la toma de decisiones.

5. Monitoreo y seguimiento de conflictos sociales.

Es el mecanismo de conocer la dinámica, forma y manifestación de los conflictos, así como su tendencia, lo cual es información que se organiza en reportes.

6. Conformación de un equipo analítico multidisciplinario para analizar el conflicto con reflexiones y visiones de la política municipal requerida.
La información del monitoreo se usa para el análisis y la reflexión para generar recomendaciones y opciones de estrategias entre el personal municipal, asesores técnicos y actores sociales relevantes.

7. Generación de condiciones para el diálogo y la negociación.

Las decisiones tomadas deben incorporar además de las recomendaciones técnicas anteriores, la línea política definida por la municipalidad, así como las acciones requeridas de otras instancias o instituciones involucradas.

A la opción estratégica elegida se le asigna el responsable municipal para su coordinación. A esta estrategia se le define la forma de contactos, acercamiento, presentación y negociación con los actores del conflicto. Se busca resolver los conflictos en forma pacífica, bajo una agenda común y de atención conjunta, fomentando la participación ciudadana comprometida.

8. Evaluación de los resultados.

Consiste en evaluar los resultados logrados con el manejo de los conflictos y definir las áreas por corregir y las de corregir para asegurar una tendencia de resolución de los conflictos.



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