Educación y comunicación activa

De acuerdo con Salas (2017), cada municipalidad debe elaborar estrategias con los residuos sólidos valorizables “en función de las características de sus habitantes y recursos humanos y financieros”. Las principales actividades municipales deben dirigirse a una educación y comunicación activa, la provisión de un sistema de recolección y la dotación de infraestructura para la valorización de residuos sólidos.

Salas (2017) destaca que “esta es la apuesta más notoria por parte de los gobiernos locales”, los que deben diseñar programas de educación y comunicación sobre las acciones para valorizar los residuos sólidos, incorporar la educación ambiental en las escuelas y colegios, usar medios de comunicación masivos para llevar directamente a los habitantes, tener campañas de promoción de las acciones de valorización.



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