4 – Proceso de manejo sanitario para recuperación del sitio de disposición

De acuerdo con Lobo y otros (2016), la solución de saneamiento y cierre debe ser diseñada específicamente para cada lugar, e irá siempre asociada al uso final objetivo.

Este manejo sanitario debe ser diseñado y dirigido por profesionales en ingeniería sanitaria o afines, de acuerdo con la normativa vigente en cada país.

Desde el punto de vista técnico, la propuesta debe considerar la capa de cobertura final, la evacuación de las aguas superficiales externas e internas, la intercepción y gestión de los lixiviados y el control de los gases generados.

Por su parte para MMAM (2012), el diseño de la capa final constituye el sellado del vertedero o relleno sanitario, con el objetivo de preparar la superficie para realizar las futuras obras de rehabilitación del área.

El propósito de la cubierta final de sellados es aislar los residuos más superficiales del ambiente, para minimizar la migración de líquidos en las celdas y controlar el venteo del biogás generado.

Debe tomarse en cuenta el tipo de solución para cada uno de los contaminantes por controlar.

Por ejemplo, la cobertura del vertedero con una capa impermeable de arcilla reduce la generación de lixiviados y el acceso de vectores al residuo, pero también retiene el gas que se genera, y provoca cambios en su migración que pueden incrementar su potencial acumulación en instalaciones del vecindario.

La propuesta debe considerar no sólo el efecto de cada uno sobre los riesgos identificados, sino también la interacción de todos estos riesgos.

Capa para sellado

Para Lobo y otros (2016), los trabajos de clausura comienzan con la clausura de las actividades de vertido.

Sin embargo puede ser una clausura progresiva mientras se dejan algunos sectores para vertido de residuos sólidos y se trabaja en el cierre de otros espacios.

Esto se aplica más fácilmente entre más grande es el sitio de disposición, donde las distintas zonas del vertedero se pueden ir cerrando a medida que alcanzan su capacidad, con lo que pueden recibir actividades de sellado e instalando progresivamente la cobertura final.

Las recomendaciones para la recuperación del sitio de disposición son las siguientes:

1. Control de acceso zonas abandonadas.

2. Control de plagas como ratas, moscas y pájaros.

3. Perfilado de la superficie para atenuar pendientes fuertes que puedan comprometer las capas de cobertura y adecuar la topografía al uso posterior.

4. Mover y compactar el residuo, controlando emisiones de polvo y gases que generan olores.

5. Asegurar la estabilidad con taludes para evitar la erosión por viento y escorrentía, controlando los riesgo de deslizamiento entre placas de sellado.

6. Instalar una cobertura provisional de al menos 30 cm. de suelo compactado antes de construir la capa de sellado definitiva, si se piensan colocar instalaciones en la zona. Para vertederos abandonados hace más de 10 años esta cobertura provisional no es necesaria.

7. Definir impermeabilidad de la capa de cobertura final dependiendo de la existencia de un sistema de aislamiento de fondo y de evacuación de los lixiviados adecuado.

8. Si la migración de biogás es importante, es recomendable colocar sobre la cobertura una capa de materia orgánica de compost, para el abatimiento de metano con bacterias metanotróficas.

9. Debe tenerse en cuenta el manejo social de la reinserción social de los trabajadores, los denominados gestores de reciclaje, así como los tipos de asentamientos en estos lugares, los cuales no pueden ser una amenaza a la presencia humana en el sitio de recuperación.

Evacuación de las aguas superficiales

Para evitar la entrada de agua al vertedero y la erosión, se debe minimizar la escorrentía sobre la cobertura. Las acciones recomendadas son:

1. Instalar cunetas perimetrales que intercepten las aguas de lluvia externas.

2. Instalar pendientes superficiales suficientes para evitar empozamientos.

3. Instalar drenajes de intercepción de la escorrentía y un sistema de conducciones de evacuación con cunetas y tubos.

4. Evacuar aguas superficiales con aprovechamiento para riego de la propia superficie sellada.

Control de los gases

Las emisiones de gas de vertedero deben controlarse para evitar la exposición a su toxicidad, malos olores, explosividad y su efecto invernadero. Las acciones recomendadas son:

1. Con elevado contenido en metano es ventajoso su aprovechamiento en energía eléctrica o calor. Lobo y otros (2016) ofrece algunos criterios de mínimos de los contenidos de metano.

2. Cuando hay migración del gas en el exterior, construir sistemas de intercepción en el perímetro del relleno, con zanjas excavadas en el terreno y rellenadas de material de alta permeabilidad para desviar la trayectoria de los gases, y de baja permeabilidad para detener el flujo hacia zonas por proteger.

3. Verificar si el tamaño del vertedero requiere la instalación de pozos de extracción entre los residuos, y ver si debe ser pasivo, por menos generación de gas, o activo mediante pozos interconectados, con sistemas de provisión de aire hacia antorchas para quemar el gas (ver en Lobo y otros (2016) más especificaciones).

Gestión de los lixiviados

Dado que los lixiviados del vertedero son líquidos muy contaminados, el sellado facilita su manejo reduciendo su volumen, pero en a su vez se favorece su concentración lo que los hace más contaminantes. Para Lobo y otros (2016) las acciones recomendadas son:

1. Impedir la infiltración no sólo con el sellado superficial, sino con la detención de rutas de migración de los lixiviados mediante drenajes de intercepción o zanjas de material permeable.

2. El proyecto de cerrado debe contemplar una depuradora adecuada y adaptable en el tiempo, ya que la concentración y composición de los lixiviados varía a través del tiempo.
Barreras Rompe Vientos

Para MMAM (2012) son necesarias las barreras rompe vientos, las cuales son una barrera protectora que dirigen el viento y la aireación de acuerdo con la porosidad de la barrera protectora.

 



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